Palitos de polenta crujientes al horno
Ingredientes
250 g de polenta no instantánea.
1 l de agua o caldo.
2 cucharaditas de sal.
30 ml de aceite de oliva virgen extra.
Pimienta negra molida, ajo granulado, hierbas provenzales, queso parmesano o similar al gusto.
Modo de preparación
Preparar una fuente o bandeja rectangular de unos 40×25 cm (aproximadamente) engrasándola o cubriéndola con papel sulfurizado antiadherente.
Calentar en una cazuela u olla de fondo grueso el agua o caldo con la sal y un chorrito de aceite de oliva.
Cuando empiece a hervir, agregar la polenta poco a poco removiendo con una espátula. Aderezar con pimienta negra, ajo granulado y unas hierbas secas al gusto. Bajar el fuego y mantener la cocción suavemente, removiendo, hasta que espese y la polenta se despegue de las paredes. Echar en el molde para dejar la polenta con un grosor de un dedo, aproximadamente, igualando la superficie con una espátula. Dejar enfriar hasta que se solidifique. Precalentar mientras el horno Mondial a 200º C.
Extraer la polenta fría del molde, llevar a una tabla de cocina y cortar en palitos del tamaño que se desee. Si los cortamos muy pequeños pueden ser más difíciles de manejar. Usar un un buen cuchillo filoso, limpiándolo con papel de cocina y engrasándolo con un poco de aceite tras cada corte.
Llevar los palitos a una bandeja grande, pintar con más aceite de oliva y añadir un poco de queso rallado fino, o más hierbas, ajo o pimienta, y una pizca más de sal. Hornear hasta que quede bien dorado, unos 20 minutos. Para que se tuesten mejor, girarlos con unas pinzas pasados 15 minutos.